miércoles, 4 de marzo de 2015

Ardiente estrella

Vos insolente estrella espectral que venís un día más a molestarme con vuestros rayos calientes y brillantes. ¿Por qué os empeñáis en demostrarme que hay un mundo ahí fuera que sigue vivo? Cierro los ojos para intentar ignoraros, pero, seguís ahí. Ahh.. ¡incansable!, Cuántas veces habré luchado contra vos para negaros otro despertar. Casi siempre vencéis todas las batallas recordándome lo radiante que es la vida. No quiero admitirlo pero quizá tengáis razón, no acerca de la magestuosidad, de la vida sino acerca de que tendré que vivir un día más por algún tiempo. Y si es el futuro algo inevitable habré de aceptarlo con la mejor cara posible.

Habrá días en que os acompañaré y me empaparé de vuestra energía, pero otros, no contéis conmigo. No podréis obligarme a vivir en la petulancia que algunos viven. Que por lo menos el destino sea mio y que yo dicte mi propia historia. Que la sociedad o vos misma, con vuestra impecable etiqueta espectral, no dirijáis mis pasos.

Quizá sea bueno llevaros la contraria alguna vez. Es posible que las contradicciones nos acerquen a una idea de libertad más pura aunque el camino para hallarla sea más imperfecto. ¿Será que todos radicamos desde un punto equivocado y que sois vos la única poseedora de la gran verdad?
Creo que ese desconocimiento que me inspiráis me ayudará a seguir cuestionándome todo y es, en definitiva, mi motor para dejarme llevar en los próximos amaneceres que tenéis preparados para mí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario