martes, 26 de noviembre de 2013

Ley del miedo

Hace tan solo unos días que se produjo la presentación de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Este nuevo texto legislativo es para el Partido Popular un alarde de sus éxitos y su “justicia social”. Pero, ¿a quién pretenden engañar? Pregunten señores miembros del equipo de gobierno que piensa la ciudadanía sobre esta nueva medida. Les adelanto que encontrarán una respuesta común: han creado una ley del miedo.

Ustedes vienen desde hace mucho tiempo destruyendo los límites de lo que hoy día se consideraba racional. Ya no se conforman únicamente con retirar al pueblo lo que pertenece al pueblo: la salud, la educación, la dependencia, el trabajo… ustedes han ido más allá, no se han conformado con arrebatarnos parte de nuestras vidas. 

Su última propuesta ha sido retirarnos la palabra inherente al ser humano y a sus más fundamentales principios. Sepan que esta nueva reforma quita a los seres humanos parte de su esencia, parte de sí mismos. Y por supuesto, sepan que son totalmente antidemocráticas.

Se nos amenaza directamente con recortar nuestras libertades fundamentales y la única forma que tienen de hacerlo es infundiendo miedo. Porque solo el que no está seguro de poder defender su palabra frente a un argumento priva de palabra a su oponente. Y ya no solo a su oponente, les recuerdo que se deben al pueblo y que trabajan para el pueblo.
Entiendan que se están alcanzando límites insostenibles y que la sociedad está enfurecida. Comprendan, también, que la ciudadanía no va a ceder ni un ápice en su lucha por defender lo que creen justo. Van a dejarse la voz recordándoselo. 

Aunque, como ya sabemos, nos ignoran constantemente, ignoran nuestras voluntades y nuestros deseos. Para ustedes todo es fácil son el dedo ejecutor que hace y deshace a su antojo sin tener en cuenta a la persona. 

Ahora, con esta nueva ley nos imponen elevadísimas multas por manifestarnos, por utilizar nuestra palabra. También nos juzgan por nuestra forma de vestir, e incluso definen lo que a su parecer es un atuendo peligroso y lo penalizan, lo castigan. ¿Pero, quién se creen para pensar que alguien pueda hacer frente a esas sanciones? ¿Quién se creen para limitar nuestros movimientos? ¿Quién se creen para eliminar nuestros derechos?

Muchas de los actos que aparecen contemplados en este texto legislativo ya se penaban.  Entendemos es necesario atajar algunos de los problemas concernientes a la seguridad ciudadana, pero no compartimos el modo que han llevado acabo para erradicar estos problemas. Han decidido atajar los problemas asestando duros golpes económicos con sanciones astronómicas y escandalosas, lástima que no entiendan y compartan la idea de la pedagogía social.  

Ustedes fomentan la idea de un hombre borrego, sumiso, un hombre sin voz que solo acata lo que se le impone, y, entiendan señores que esa batalla ya fue conquistada en el pasado. Lo lógico sería construir una evolución con perspectivas de futuro; sin embargo, parecen ser los únicos que no entienden esta cuestión y nos embarcan día a día en una máquina del pasado. Cada una de sus medidas es un paso atrás en la historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario