Hace tan solo unos días que se produjo la presentación de la
nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Este nuevo texto legislativo es para el
Partido Popular un alarde de sus éxitos y su “justicia social”. Pero, ¿a quién
pretenden engañar? Pregunten señores miembros del equipo de gobierno que piensa
la ciudadanía sobre esta nueva medida. Les adelanto que encontrarán una
respuesta común: han creado una ley del miedo.
Ustedes vienen desde hace mucho tiempo destruyendo los
límites de lo que hoy día se consideraba racional. Ya no se conforman
únicamente con retirar al pueblo lo que pertenece al pueblo: la salud, la
educación, la dependencia, el trabajo… ustedes han ido más allá, no se han
conformado con arrebatarnos parte de nuestras vidas.
Su última propuesta ha sido retirarnos la palabra inherente
al ser humano y a sus más fundamentales principios. Sepan que esta nueva
reforma quita a los seres humanos parte de su esencia, parte de sí mismos. Y
por supuesto, sepan que son totalmente antidemocráticas.
Se nos amenaza directamente con recortar nuestras libertades
fundamentales y la única forma que tienen de hacerlo es infundiendo miedo.
Porque solo el que no está seguro de poder defender su palabra frente a un
argumento priva de palabra a su oponente. Y ya no solo a su oponente, les
recuerdo que se deben al pueblo y que trabajan para el pueblo.
Entiendan que se están alcanzando límites insostenibles y
que la sociedad está enfurecida. Comprendan, también, que la ciudadanía no va a
ceder ni un ápice en su lucha por defender lo que creen justo. Van a dejarse la
voz recordándoselo.
Aunque, como ya sabemos, nos ignoran constantemente, ignoran
nuestras voluntades y nuestros deseos. Para ustedes todo es fácil son el dedo
ejecutor que hace y deshace a su antojo sin tener en cuenta a la persona.
Ahora, con esta nueva ley nos imponen elevadísimas multas
por manifestarnos, por utilizar nuestra palabra. También nos juzgan por nuestra
forma de vestir, e incluso definen lo que a su parecer es un atuendo peligroso
y lo penalizan, lo castigan. ¿Pero, quién se creen para pensar que alguien
pueda hacer frente a esas sanciones? ¿Quién se creen para limitar nuestros
movimientos? ¿Quién se creen para eliminar nuestros derechos?
Muchas de los actos que aparecen contemplados en este texto legislativo
ya se penaban. Entendemos es necesario
atajar algunos de los problemas concernientes a la seguridad ciudadana, pero no
compartimos el modo que han llevado acabo para erradicar estos problemas. Han
decidido atajar los problemas asestando duros golpes económicos con sanciones
astronómicas y escandalosas, lástima que no entiendan y compartan la idea de la
pedagogía social.
Ustedes fomentan la idea de un hombre borrego, sumiso, un
hombre sin voz que solo acata lo que se le impone, y, entiendan señores que esa
batalla ya fue conquistada en el pasado. Lo lógico sería construir una
evolución con perspectivas de futuro; sin embargo, parecen ser los únicos que
no entienden esta cuestión y nos embarcan día a día en una máquina del pasado.
Cada una de sus medidas es un paso atrás en la historia.
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