Pero, creo que la poca cordura me ha ayudado a ser más valiente lo cual no significa ni mucho menos ser inconsciente. Hablo de coraje y de espíritu incasable de superación.
He perdido el miedo al qué dirán. Por primera vez en mucho tiempo tengo ganas de "cruzar", se ha creado en mi un cúmulo de sensaciones mágicas que me sirven de aliento e impulso.
Ha brotado en este ser un abrevadero de esperanza. Y qué es lo que me ha tenido que pasar para que haya cambiado tanto mi percepción os preguntareis.
Pues veréis me ha pasado la vida, con sus miles de imperfecciones, desilusiones, rarezas y alegrías.
Este nuevo capítulo de mi vida lo llamo :siento, y lo llamo así porque como dicen "después de la tormenta siempre llega la calma".
Para mi esa calma ha llegado y se oculta de forma discreta, sencilla pero a la vez apasionante detrás de nombres y apellidos.
Es inevitable que no me emocione al escribir estas líneas y es que uno de mis grandes amigos y compañeros ha ejercido de maestro convirtiendo así en su única y primordial lección : la esperanza.
Ha conseguido que desee sacar la parte más bondadosa de mi misma. Y le estoy tan agradecida.
Con estos últimos rayos de sol del día se desborda mi agradecimiento y con este último destello me gustaría deciros, que lo más bello que tiene la vida es hacer algo sin esperar recibir nada a cambio. Hacer las cosas porque verdaderamente las sientes y volcarte en ellas simplemente porque crees que merece la pena luchar por ese algo.
La esperanza siempre dicen que es lo último que se pierde y ahora realmente creo que esa premisa esta más que justificada en mi día a día. He visto a mi alrededor gente luchadora, gente buena, gente amable, gente que cree en lo que hace. Me gustaría añadir a esta idea: y la de gente que me queda por conocer así..
Hoy creo en la esperanza y os animo a que os vengáis arriba cada mañana, os animo a la emoción ilimitada y a los sueños imposibles.
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