martes, 19 de junio de 2012

Odiote Madrid

He dejado de concebir la felicidad como un estatus inalcanzable. He reinventado mis convicciones y he aprendido que no debemos aspirar en la vida a esa máxima. Simplemente debemos  disfrutar de los momentos que nos brinda la vida para exprimirlos al máximo y poder saborearlos como si de un elixir de inmortalidad se tratara. Ya que con ese simple hecho estamos demostrando meramente nuestra existencia.

Mi único deseo es sentirme agusto con mi gente y conmigo misma. No es que me haya cansado de ser la romántica empedernida que siempre he demostrado ser, sino que me niego a no explotar al máximo todas las oportunidades de las que dispongo.
Siempre me han dicho que la felicidad se haya en las pequeñas cosas del día a día. Por eso quiero empaparme de esa mentalidad y disfrutar de todos los detalles que me rodean.

Quiero poder llorar de emoción al ver esas tierras, quiero sentir esa presión en el pecho al escuchar las notas de esa canción, quiero que al levantarme cada mañana mi primera palabra pueda ser gracias por dejarme vivir la experiencia de un  nuevo y no cagarme en el despertador como hago habitualmente.

Deseo con todas mis ganas hacer la maleta y conocer cosas nuevas, cosas que me hagan estremecerme, sonreír, enfadarme, lo que sea. Necesito sentir algo y creo que esta ciudad me ahoga y me mata. No me gusta Madrid, ni sus calles, ni sus parques, ni sus museos, ni ninguna de sus múltiples maravillas que parece ser que a todo el mundo fascinan.
Lo único que me gusta de Madrid es el Atlético de Madrid y más bien por los recuerdos y el sentimiento que me produce.
Esta situación me parece demasiado triste, la verdad. Creo que soy incapaz de vivir en una capital que solo mira su propio ombligo.

No hay algo que me duela más que ver como se levanta mi padre todos los días odiando su trabajo y totalmente insatisfecho. No se siente realizado, el ama cosas que Madrid le arrebata, pero la vida es demasiado dura como para que el sepa luchar por sueños imposibles.

Lo único que hemos conseguido en este último siglo es antagónico, proximidad y deshumanización. No puedo entender como nadie se plantea qué hemos hecho mal para vernos en esta situación. Entiendo que las cosas sean complicadas, pero no puedes vivir una vida sin amarla.

¿ Como hemos sido capaces de ver al hombre surcar por los cielos hasta llegar a la luna y no hemos conseguido ser felices?  Siempre he pensado que se es más feliz cuanto menos se tiene y lo sigo pensando ya que el intento por hacer que todo el mundo sea igual solo nos ha conducido a estas bestiales desigualdades sociales.

Qué nos ha pasado para no poder detenernos 5 minutos y poder simplemente mirar a nuestros abuelos, padres o hermanos  y decirles : os quiero. Dos palabras. ¿Es demasiado el esfuerzo que debemos hacer? Creo que no, y creo que además el simple hecho de intentarlo nos haría a todos un poco más felices.

No sé muy bien como terminar estas líneas. Estoy tan decepcionada y triste. Necesito encontrar una solución a este malestar y sinceramente, no hallo la respuesta social. Yo no ceso en mi búsqueda y cada día creo más firmemente que mi solución es "attraversiamo" como tiene por título este blogg.

Attraversiamo es ese paso que al compás de nuestras piernas tiene que brotar de nuestro corazón . Es como un impulso, eres tu mismo al borde del abismo o de la gloria, pero siendo tu mismo y afrontando las consecuencias a unos hechos aceptados por ti . Sois tú y la vida, sois tú y tu deseo.

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