viernes, 27 de abril de 2012

Te mentí y te dije que no te quería, cuando no he dejado de hacer otra cosa

Escapar, refugiarnos en una fría personalidad, evadirse, y todo para qué.
Mi imaginación no da abasto y no es capaz de soñar si no estás cerca de mi, si no te puedo tocar. Siempre he creído que "había cosas que se aprendían con el contacto" y en que posición nos encontramos si ese contacto no existe. Es un poco frustrante amar lo que sabemos que no podemos alcanzar, pero sino fuese así no sería un amor tan idílico y perfecto.

Me gusta la distancia porque nos da independencia y libertad, pero nos arrebata cosas tan preciadas como el contacto o como una simple mirada frente a frente. Son detalles insignificantes que aprendes a valorarlos cuando se escapan de tus posibilidades.



Lo más exasperarte es sin duda el no saber cuales son los sentimientos de la otra persona. Esta claro que la nueva comunicación, basada en estas nuevas tecnologías, nos acerca mucho; pero también nos distancia, nos deshumaniza. No somos quienes mostramos ser en una red social, es demasiado fácil fingir ser alguien que no eres. Es cuando estas delante de la persona que quieres y te tiemblan hasta las pestañas por tenerle cerca es cuando realmente muestras quien eres, y en ese momento te aseguro que fingir es lo último que se te pasaría por la cabeza.

Esta situación tiene cosas muy buenas, pero también agota muchísimo. Todos se magnifica, y un día malo se puede convertir en una discusión en tan solo cuestión de segundos. Y es que cuando se rompe esa magia habitual te sientes un poco perdido y crees que todo se va desvanecer como si se tratara de un sueño.
Pero, al pasar las horas, ya está otra vez ahí a vuelto tan radiante como siempre.

Las nuevas circunstancias hacen que tu sensibilidad alcance límites insospechados, pero por qué reprimirla, dejemos que se desate. Todo esto, y yo me acuerdo de tus labios, de tus manos, de tu mirada, de ti.
Para que la distancia se ponga de nuestra parte y nos conceda el deseo de luchar cada día para salvar esta rutina inquietante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario