jueves, 16 de febrero de 2012

Creo que este es el mejor momento para no compadecerse, para intentar buscar el lado positivo de los peores momentos y seguir. Eso no significa que por un instante vaya a renunciar a lo que siento, o que mis sentimientos puedan variar con la compañía de las circunstancias.No, la verdad es que me considero una persona bastante cabezota, con el gran defecto de no saber abandonar a tiempo.

Incluso cuando las evidencias nos estallan a milímetros del corazón, soy incapaz de cambiar lo que siento. Creerme que para mi es un poco frustrante ser así, porque supone no avanzar ante una evidencia, anclarse en el pasado.
Y es que como ya he dicho demasiadas veces me gustan la melancolía y el recuerdo.

Es cierto que tengo que aprender a re-diseñar mi forma de olvidar, las circunstancias me lo piden. Sí hay algo bueno que tiene esta forma de vida, es que al igual que siempre te quedas con los malos momentos, también te quedas con los buenos, aunque te cueste reconocerlo ya sea solo por mostrar algo de integridad y amor propio.
Así que tengo que sacar la parte positiva de estos últimos años y sonreír y ser feliz.

Siento que aún no me he encontrado a mi misma y creo que la compañía de una persona no me ayuda a encontrarme, solo me ayuda a desequilibrar mis convicciones. Convicciones, que se destruyen con cuatro letras: A-M-O-R.
Por eso, necesito estar apartada del mundo, y encontrar el mio propio. Lugar donde me sienta agusto, lugar donde las represalias de unas malas actuaciones solo afecten a un corazón, lugar donde aprenda la reconstrucción. Y es que ya lo decía una de mis películas favoritas que tanto ha aparecido en este blogg (Come, Reza y Ama): "Las ruinas son el camino a la transformación". Por eso, aquí y ahora :ATTRAVERSIAMO.

En una realidad donde no tiene sentido nada más que la ilusión de lo que se ha ido,
en un sueño que no es capaz de retener unas cuantas composiciones,
y en una sensación de soledad, vuelvo a ser yo.

Una de las cosas que agradezco, es que cada vez me cuesta menos mostrar mis sentimientos, y eso es bueno, porque para mi supone una liberación de mi alma. En definitiva, un paso más para demostrar madurez, un paso más para demostrarme que creo en la verdad y en la sinceridad de los sentimientos.
No se si llegará el día en que tire por tierra todo esto que estoy escribiendo, y sienta que "todo esto era una terrible pantomima", que escribía otra vez sola; solo espero que me ayude en mi paso a la reconstrucción, en mi paso a ser una mejor persona.

Por último y ya como un adiós, os animo a no desanimaros nunca si lo que deseáis no se cumple, porque eso no significa una derrota, significa que lo has intentado, que has sido valiente y que has arriesgado, que has creído en ti mismo y en la personalidad que estabas reflejando al mundo. Por eso, siéntete orgulloso y sonríe.
No merece la pena llorar por quién no te desea, no merece la pena estar triste por una persona que no ha querido luchar por ti tanto como lo has hecho tu por el, de una persona que se cansa de ti, y por una persona que no sabe apreciar todo el cariño que la tienes.

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