martes, 7 de septiembre de 2010

Empaparse de pasión.


Una vez que escuches el sonido de la lluvia bajo un paraguas desatarás el deseo. Soltarás aquello que te protegía de esas misteriosas gotas y echar a correr. Te preguntarás por qué esas minúsculas perlas se precipitan al vació para impactar en ti.  ¿Será que los dioses están enfadados o qué la luna llora en su desatino con el sol?  Es igual, solo quiero seguir empapándome de tu belleza, porque es pura, transparente y me llena de vida.

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